Seguramente todos recordemos con orgullo y satisfacción el día que aprobamos el carné de conducir y dijimos adiós a ir a la autoescuela.
Y también nos acordaremos de los nervios y la alegría que nos recorría
por el cuerpo las primeras veces que cogíamos el coche, solos y sin
nadie que frenase por nosotros. Pero tampoco somos conscientes de los errores más comunes al salir de la autoescuela. Y es que nosotros los hemos cometido, al menos, alguna vez.
Más allá de ser un as en la carretera, conducir no es nada fácil y requiere práctica y mucha responsabilidad. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), solamente el 27% de los aspirantes al carné de conducir aprueba el examen práctico a la primera. Además, la DGT recoge que en nuestras carreteras hay hasta 25.584.719 conductores de turismos con permiso tipo B y B+E, de los cuales un 13,65 % tienen entre 18 y 30 años.
Por eso, desde la Red de ITV Itevelesa recopilamos los errores más comunes al salir de la autoescuela, porque conducir y tener seguridad al volante no se aprende a los dos días.
El principal problema al que nos enfrentamos al ser conductores nóveles, es tener que cambiar el coche de la autoescuela -con el que teníamos confianza- por el nuestro propio -un total desconocido-. Esta situación nos dará tres problemas: forzar excesivamente los cambios de marcha, que se cale el coche y que se den tirones.
Muchos ‘recién graduados’ en el carné de conducir tienden a tener un exceso de confianza al volante y este les hace disminuir su atención en la carretera, corriendo más de lo permitido, olvidando las distancias de seguridad e incumpliendo las normas viales. Por el contrario, también se dan casos de tensión e inseguridad en conductores nóveles, lo que suele llevarlos a reducir demasiado la velocidad -también es contraproducente- o a mantenerse en el carril central cuando se debe ir por la derecha. La inseguridad altera la capacidad de toma de decisiones de estos conductores primerizos.
El aumento de la tecnología en los coches y los dispositivos móviles puede hacer que los inexpertos y conductores recientes se distraigan con mayor facilidad al volante. En general, un tercio de los españoles hacemos llamadas, leemos o escribimos con el móvil mientras conducimos. Esto hace aumentar el tiempo de reacción ante imprevistos en la carretera. Datos de la DGT subrayan que, en 2017, la distracción fue la primera causa de accidentes mortales (33%), por delante del exceso de velocidad (29%) o el alcohol (26%).
Cuando somos jóvenes y acabamos de sacarnos el carné de conducir sólo pensamos en salir a la carretera a disfrutar de la conducción y de tener independencia para movernos a cualquier sitio. Pero hay que tener en cuenta un aspecto básico e importante de lo que supone adquirir un vehículo: pasar la ITV. Es realmente importante saber cuándo caduca la inspección técnica del vehículo y estar pendiente de renovarla. Si no, podría ser un grave peligro para la carretera, para el vehículo y para ti mismo. Desde la Red de ITV Itevelesa animamos a pedir cita previa en cualquiera de nuestras estaciones de ITV y contribuir a la seguridad vial.
Las distintas horas de luz a lo largo del día o las condiciones meteorológicas son factores que se suelen tener en cuenta por parte de los conductores. Es imprescindible valorar las condiciones meteorológicas antes de poner rumbo a la carretera. Conducir de noche, sobre calzadas húmedas o durante la puesta de sol, dificultan la reacción y la visión de quien conduce. Es frecuente que los conductores noveles infravaloren este tipo de peligros, pero hay que saber que pueden suponer un importante peligro para la conducción. Si nos encontramos en una de estas situaciones, lo ideal es reducir la velocidad y aumentar la concentración y la precaución.
Quizá parezca una tontería, pero tener un coche supone un importante gasto -además del momento de adquisición- durante su tiempo de vida. Los más jóvenes y recién diplomados en el ámbito de la conducción se concentran en mejorar la práctica al volante y disfrutar conduciendo, pero descuidan un aspecto fundamental como es el mantenimiento del mismo. Controlar el nivel del aceite y el líquido refrigerante, la presión y estado de los neumáticos o el mantenimiento de la batería, alargan la vida del coche y permiten una conducción mucho más segura.