Incrementar las medidas de seguridad para reducir el número de accidentes y aproximarse al ansiado “Objetivo Cero” es una prioridad para todos los sectores relacionados con el sector de automoción y seguridad vial. Por este motivo, la Dirección General de Tráfico ha anunciado la creación de una nueva “Ley de Tráfico del siglo XXI” que suponga una completa renovación y que no se limite a poner parches en la actual. Esta nueva ley supondría una reforma de los reglamentos de circulación, de vehículos y de conductores, con el objetivo de adaptarse a la nueva realidad e incrementar la seguridad en las vías.

Para ello, el Gobierno prevé establecer un estrecho diálogo con todos los sectores, con el fin de consensuar esta nueva ley, es decir, desde víctimas de accidentes a fabricantes, pasando por ciclistas, motoristas e investigadores.

Hasta que esta nueva legislación esté lista, se irán introduciendo determinadas medidas que trabajen a favor de la seguridad vial. Una de ellas la acabamos de conocer de mano del Gregorio Serrano, Director General de la DGT, y está directamente relacionada con la Inspección Técnica de Vehículos. A partir de ahora, se llevará a cabo un control de los vehículos que no dispongan de la ITV en vigor (bien porque no la hayan renovado o bien porque haya sido denegada por defectos graves) a través de los lectores de matriculas que ya se encuentran instalados en las ciudades.

Estos controles se llevarán a cabo mediante campañas periódicas que, teniendo en cuenta que la infraestructura ya se encuentra instalada, podrían comenzar de manera inmediata. Los controles funcionarán de modo informativo en el primer aviso, pero conllevarán multa en los conductores reincidentes. La sanción oscilará entre los 200€ (ITV caducada) y los 500€ (ITV denegada).

Asimismo, los paneles informativos de las vías españolas emitirán mensajes de concienciación sobre la necesidad de circular con la ITV en vigor. Recordemos que, según los datos de AECA-ITV, entre 1,5 y 2 millones de vehículos todavía circulan sin ella.

Esta medida se ha anunciado durante la jornada sobre el “Plan estratégico de seguridad vial: cómo evitar 50.000 accidentes al año”, en la que han participado la Fundación Mapfre, Aesleme (Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal), Stop Accidentes y la empresa Track Surveying Solutions donde se han presentado una serie de medidas para concienciar a la población sobre la necesidad de incorporar nuevas tecnologías para incrementar la seguridad y evitar accidentes de automóvil.

Se trata de 8 medidas con las que, de acuerdo a las entidades que las han presentado, se podrían evitar 50.000 accidentes cada año. Esas medidas serían:

1. Seguridad disponible en los vehículos, de serie.
2. Seguridad disponible también en los vehículos en circulación.
3. Promoción del asistente de velocidad.
4. Cajas negras, limitadores y “alcolocks”.
5. Un nuevo Plan PIVE orientado a la seguridad.
6. Etiqueta para los consumidores.
7. Otras acciones de difusión.
8. Consideración del vehículo conectado/autónomo.
   

Todas estas medidas se llevarían a cabo reconociendo el papel fundamental que juega la educación vial, así como la eficacia de sistemas ya implantados, como es el caso del control de estabilidad o el airbag. Asimismo, se abre un nuevo frente, gracias a los sistemas avanzados de ayuda a la conducción (sistemas ADAS).

Todas estas entidades piden que los sistemas de detección de peatones y ciclistas para coches vengan de serie en los vehículos y que se instalen también en vehículos pesados. Solicitan que vengan de serie también otros elementos, como la alerta de colisión frontal, la alerta de cambio involuntario de carril, los sistemas de cámara de marcha atrás, los sistemas de vigilancia de ángulo muerto y los detectores de fatiga.

Además, solicitan que se haga en todo tipo de vehículos, especialmente en los destinados a transporte público, como taxis, autobuses, vehículos de empresa, renting, leasing, alquiler, etc.; en centros de formación de conductores; en vehículos de mercancías; en motocicletas; y, muy especialmente, en transporte escolar.

A lo largo de toda la vía útil del vehículo, las entidades exigen que se lleven a cabo inspecciones que incluyan los nuevos sistemas de seguridad y que se tomen medidas para reducir el alto número de vehículos en circulación que no acuden a la inspección. En este sentido, Gregorio Serrano anticipó la nueva medida de control de ITV en vigor que comentábamos.

El objetivo prioritario de estas medidas es, por supuesto, reducir el número de víctimas por accidentes. En España, en el año 2015 se produjeron 97.756 accidentes con víctimas, en los cuales 1.689 personas fallecieron, hubo 9.495 heridos graves y 124.960 heridos leves. Teniendo en cuenta que la efectividad de algunos sistemas de seguridad alcanza el 50%, hablaríamos de una reducción muy importante de estas cifras.

A eso hay que añadir los costes económicos derivados de la accidentalidad, que ascienden a 9.600 millones de euros, es decir, alrededor del 1% del PIB. Si consideramos una reducción del 45% de la accidentalidad, estaríamos hablando de un ahorro de 4.300 millones de euros.

Jesús Monclús, responsable de la Fundación Mapfre, hizo hincapié en que el camino hacia el “Objetivo Cero accidentes mortales y graves” pasa por el papel fundamental que juegan los vehículos y, concretamente, por 4 ejes fundamentales:

• La propia responsabilidad social de los fabricantes.
• El conocimiento y la demanda de sistemas de seguridad por parte de los compradores y las asociaciones de usuarios.
• La normativa obligatoria impuesta por los gobiernos.
• Los incentivos fiscales a los sistemas eficaces.
  

En definitiva, se pide que los fabricantes ofrezcan en todos sus modelos, incluidos los más económicos, todos los sistemas de seguridad, a ser posible como equipamiento de serie o, al menos, como opción, y en todas sus versiones y motorizaciones. Y, sobre todo, que exista la posibilidad de adquirir dichos sistemas de seguridad, en caso de ser opcionales, de modo independiente y sin que formen parte de paquetes que incluyan otro tipo de equipamiento distinto al de seguridad. Asimismo, se pide que los concesionarios pongan a la venta en sus exposiciones o matriculen como km 0, vehículos con más sistemas de seguridad. Además, teniendo en cuenta los tiempos que corren, es necesario que los fabricantes incluyan, de manera importante, en sus campañas de marketing y publicidad, la seguridad de sus vehículos como elemento diferenciador.

En el otro lado, es fundamental que los compradores prioricen la seguridad frente a otros elementos, como la comodidad o la estética y que se decante, precisamente, por aquellas marcas que ofrezcan una mayor seguridad.

Quizá si remamos todos en el mismo sentido podamos alcanzar el “Objetivo Cero”.