En primer lugar, y para comenzar el carrusel, quiero mostraros este precioso Ford Mustang verde oliva de 1964, con un motor de 6 cilindros de 2.78 litros y 102 caballos, solo disponible en los primeros meses de producción del modelo, que pasó a conocerse como 1964 ½  y que pasados varios meses, se sustituyó por un 6 cilindros de 3.3 litros y 122 caballos.

Como podéis ver, ha sido una concentración al aire libre, donde todo el mundo podía observar los vehículos, conducidos por sus propios dueños, a los que podías preguntar cualquier duda que quisieses saber.

Otro modelo que nos dejó impresionado, fue el Mercedes-Benz 280 SL Pagoda (1967), con un motor de seis cilindros de 2.8 litros, 170 caballos de fuerza, lo que es mucho para un coche de hace más de medio siglo. De los coches mejor cuidados del evento, su dueño nos confesó que nunca faltaba a una cita ITV (tomar nota si queréis que vuestros vehículos os acompañen durante muchos años).

Como habéis podido ver, se trata de auténticos clásicos bien cuidados y bien restaurados, pero no todo son vehículos particulares, pues llegó a nuestros ojos un modelo de camión de bomberos que nos hizo estallar la cabeza.

Se trata de un modelo de clásico perfectamente cuidado, descapotable y con una serie de elementos que no recordábamos que este tipo de vehículos llevara, como es la campana en su lateral para alertar la llegada del vehículo, esas escaleras manuales ancladas al lateral y esos enormes faros a ambos lados del vehículo.

Otro modelo que nos impresionó por su maravillosa estética, cuidado y rareza fue el Porsche 356 Roadster Super 90 de 1960, descapotable y con 90 caballos de potencia, un coche muy complicado de ver.

En resumen, el evento ha sido una experiencia única, tanto para nosotros, como para todas aquellas personas que se acercaron a la localidad de Pedraza. El tiempo acompañó de maravilla, con un sol que hacia brillar las carrocerías de todos aquellos vehículos, que, acompañado con el ambiente, arquitectura y estética de ese pequeño pueblo, nos conmovió a todos. 

Como ya hemos hablado al comienzo del post, las modas son efímeras, vienen y van, evolucionan y avanzan, brillan y se apagan, pero para algunos de nosotros, hay modas que nunca van a perderse, y los automóviles clásicos siempre estarán incluidos en este último grupo. Ya sea por puro coleccionismo, por amor a lo vintage o por seguir la tradición que tu padre y tu abuelo te dejaron como tesoro (herencia), y quieres mantener, por ti y por ellos. 

Estos clásicos nos recuerdan de dónde venimos, como avanzamos y lo distintos que éramos antes, social y tecnológicamente. Por lo que, mi recomendación, si aún mantienes un vehículo clásico, restáuralo y cuídalo, y no olvides llevarlo cada año a revisión, pero con cita previa ITV, así ahorrarás tiempo para salir a disfrutar de la experiencia de conducir un vehículo que transciende generaciones.