¿Alguna vez te has confundido de surtidor en el repostaje del vehículo y has llenado el depósito con el combustible que no tocaba? No te preocupes. Cada año, en España más de 72.700 conductores se equivocan al echar el combustible de su vehículo, según RACE.
¿La buena noticia? Hoy en día es más difícil equivocarse con respecto hace algunos años, ya que la anchura de las bocas de las mangueras son de diferentes tamaños. El boquerel de una manguera diésel es más ancho que el de una manguera de gasolina, por lo que es físicamente imposible equivocarse si quieres echar gasóleo a un coche nuevo que funciona con gasolina. En el caso contrario, el error se produce con más frecuencia.
Llenar un coche diésel con gasolina o a la inversa, es una equivocación fatal para el vehículo, ya que puede provocar averías mecánicas graves, sobre todo en el sistema de alimentación del motor, las bombas de inyección y los filtros. Además, supone un problema medioambiental, si no recicla correctamente el combustible desechado.
El mal ya está hecho, te has equivocado. En el caso de un vehículo diésel repostado con gasolina, hay dos opciones. La primera: Si nos damos cuenta de inmediato, y dado que la densidad de la gasolina es menor que la del gasóleo en el diésel (alrededor de un 10%) y por tanto se quedará en reposo en la parte superior del depósito, lo mejor es proceder a vaciar el depósito y volver a llenar con diésel hasta el máximo. De este modo no se esperan daños.
En la segunda opción, si nos damos cuenta porque al circular e inyectar gasolina en el motor la combustión es anormal, el vehículo dará tirones y hará ruidos raros, por lo que debemos parar y proceder del modo anterior. En este caso es posible que, dado que el poder lubricante de la gasolina es mucho menor que el del gasóleo, algún sistema haya sufrido un ligero desgaste (la bomba de inyección, los inyectores...). En todo caso, si no se ha rodado mucho, no habrá daños.
Hay aseguradoras que incluyen en sus pólizas la cobertura de remolque del coche por error al echar combustible. Con una llamada al teléfono de asistencia de tu compañía, te pueden enviar una grúa y llevar el vehículo a un taller. Pero si tu seguro no lo tiene contemplado, el traslado correrá de tu cuenta.
Eso sí, lo que no cubre ninguna compañía es el gasto derivado del vaciado del depósito y las reparaciones de los daños del vehículo, salvo en el caso de que se demuestre que haya sido el dependiente de la gasolinera el culpable del error. En este caso, el importe de las averías se puede reclamar al establecimiento.