La vida útil de los neumáticos comienza desde el primer momento en el que se instalan en el vehículo y su duración se puede ver afectada por distintos factores, como el terreno o la forma de conducir del propietario, pero siempre será finita y en algún momento u otro habrá que sustituir las ruedas por unas nuevas. Además, el mantenimiento y una buena atención, ayudará a mantener los estándares debidos de seguridad al volante.
Desde Red Itevelesa recordamos que es importante mantener los neumáticos en perfecto estado, ya que si están desgastados y en mal estado, la ITV será desfavorable además de que es un peligro para la Seguridad Vial. Por ello, en Red Itevelesa contamos con más de 70 estaciones ITV en donde puedes pedir cita ITV para contribuir a la Seguridad Vial y cuidar al Medio Ambiente.
Para saber cuándo es necesario sustituir los neumáticos, hay que prestar atención a cuatro señales que nos indicarán el mal estado de la goma:
El funcionamiento óptimo de los neumáticos está relacionado con la profundidad de su banda de rodadura. La profundidad mínima legal de la banda de rodadura para todos los neumáticos de turismos en Europa es de 1,6 mm. Si los surcos están a menos profundidad, significa que el neumático debe de reemplazarse inmediatamente. No obstante, es recomendable no apurar tanto el desgaste de la banda de rodadura y sustituirlos cuando la profundidad sea inferior a 3 milímetros. Un truco para saber el desgaste es introducir una moneda de 1 euro en el fondo de las ranuras. Si las estrellas grabadas en el borde de la moneda son visibles, es momento de cambiar los neumáticos.
Un neumático puede sufrir un pinchazo mientras conducimos, pero es posible que no lo detectemos hasta que lleguemos a nuestro destino. Si esto sucede, debemos acudir de forma urgente a nuestro taller para repararlo o reemplazarlo. Otros daños que pueden afectar gravemente a nuestros neumáticos son los golpes contra baches, bordillos u otros elementos que podemos encontrar por la carretera. Si tras algún impacto de este tipo los neumáticos de nuestro vehículo presentan alguna deformación evidente, como abultamientos, rozaduras, grietas o pliegues en las gomas será necesario cambiarlos, ya que su integridad estructural se habrá visto afectada.
Si observamos un desgaste asimétrico, en el centro o bien en los bordes de la banda de rodadura, son síntomas evidentes y fáciles de detectar que probablemente se deban a un problema mecánico, como un fallo de equilibrado, de transmisión o suspensión. Pero también puede estar relacionado con el hecho de que hayamos estado circulando a una presión inadecuada. Circular con la presión adecuada es más seguro, reducirá el riesgo de dañarlos, aumenta su vida útil, y ahorra combustible.
Lo más frecuente es que la vibración se detecte a partir de los 90 km/h, agravándose el problema conforme se va aumentando la velocidad. Cuando nos vibra el volante el origen de esas molestas vibraciones suele estar en la mayoría de ocasiones relacionadas con los propios neumáticos bien sea por un mal alineado o una presión incorrecta.