La Dirección General de Tráfico calcula que este verano será bastante especial en cuanto a movimiento de vehículos y pronostica unos 89 millones de desplazamientos a lo largo de los meses estivales, 4 millones más que en el mismo periodo del año anterior. Por ello, desde hace unos días está en marcha una nueva campaña de vigilancia intensiva
para quienes circulan por las carreteras españolas, con una
circunstancia especial: se prestará especial atención a las condiciones
de los vehículos y, sobre todo, a que tengan en vigor la inspección Técnica (ITV).
Tal y como hemos comentado en otras ocasiones, la antigüedad del parque de vehículos en España es muy alta.
Si tenemos en cuenta la antigüedad media de los que se vieron
implicados en accidentes con víctimas mortales en 2016, vemos que fue de
12 años en el caso de los turismos, 9 años en el de motocicletas y 13
años en el de camiones de hasta 3.500 kg. Según el último estudio
realizado por Tráfico, el riesgo de fallecer o sufrir una lesión con hospitalización aumenta con la antigüedad del vehículo.
En comparación con los turismos de hasta 4 años, el riesgo de
fallecimiento es 1,6 veces superior en los turismos de 10 a 14 años y
2,2 veces superior en los turismos de 15 a 19 años.
Es una situación que preocupa –y mucho– a la DGT, de ahí que haya puesto en marcha esta campaña de vigilancia intensiva que se desarrollará, sobre todo, este mes de julio. Esto significa que los agentes de tráfico, así como policías locales y autonómicos presentes en las carreteras y vías urbanas prestarán especial atención al adecuado mantenimiento y puesta a punto de todos los elementos de seguridad del vehículo, desde neumáticos a frenos, pasando por luces, señalización, parabrisas sin daños y, por supuesto, ITV en vigor.
Los fallos técnicos de los vehículos contribuyen, de manera decisiva, a la siniestralidad. Por este motivo, la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es fundamental para garantizar la seguridad vial.
En 2016, las estaciones de ITV españolas
llevaron a cabo la revisión de más 19,5 millones de vehículos, de los
cuales más de 3,6 millones (casi el 19% del total) no superaron la
primera inspección. Es decir, casi 1 de cada 5 vehículos no reunía las
condiciones mínimas de seguridad exigidas para circular o emitía a la
atmósfera emisiones contaminantes superiores a lo permitido por ley.
Durante la campaña de vigilancia se prestará especial atención, por tanto, a que los vehículos cuenten con la garantía de haber superado las pruebas de la ITV.
Esta preocupación no es exclusiva de España. La Comisión Europea ha asegurado que pretende adoptar nuevas normas para reforzar el régimen de inspecciones y ampliar su alcance. Así, tiene previsto imponer la inspección obligatoria en toda la UE de ciclomotores y motocicletas (que ya es obligatoria en España); aumentar la frecuencia de las inspecciones para vehículos de mayor antigüedad, así como para automóviles y furgonetas con un kilometraje especialmente alto; mejorar la calidad de las pruebas estableciendo unas normas mínimas comunes para las distintas deficiencias, equipos e inspectores; y luchar contra los fraudes.
Además de la ITV en vigor, la campaña de la DGT prestará especial atención a neumáticos, alumbrado y señalización.
Los neumáticos, encargados de asegurar
la adherencia a la carretera y fundamentales en la frenada y el
desplazamiento lateral, además de la dirección del vehículo, tendrán que
estar en perfecto estado. Aproximadamente un millón de vehículos
circula con defectos graves en las ruedas, sobre todo por llevar una
profundidad del dibujo por debajo del mínimo legal (1,6 mm) y por tener
un desgaste irregular debido a otros fallos, como una mala suspensión,
una alineación incorrecta o circular con una presión errónea. Esto es
especialmente grave en el caso de vehículos de uso profesional, que
circulan con cargas pesadas y son potencialmente más peligrosos.
La DGT también vigilará que la utilización, mantenimiento y regulación de los faros sea la adecuada, para conseguir disponer de luz suficiente y, al mismo tiempo, no deslumbrar a otros conductores. Por eso, aconsejan cambiar las lámparas cada 40.000 km o cada 2 años (para evitar la pérdida de intensidad) y hacerlo de dos en dos para garantizar la simetría de la luz. Y, por supuesto, es necesario mantener siempre limpias las ópticas, tanto faros como pilotos.
Los agentes vigilarán, asimismo, las placas de matrícula,
para verificar que no presentan obstáculos que impidan o dificulten su
lectura e identificación, y que no estén deterioradas ni manipuladas.
Se prestará especial atención a los parabrisas,
para que no presenten daños, ya que se trata de un elemento fundamental
en la resistencia estructural del vehículo, en la eficacia del airbag y
en la de ser soporte de cámaras y sensores de dispositivos de ayuda a
la conducción.
Y, por último, pero no menos importante, se hará especial hincapié en la documentación del vehículo que se debe llevar obligatoriamente: permiso de circulación del conductor, del vehículo y tarjeta de la ITV, así como, y solo en su caso, la pegatina de la ITV correspondiente visible en la luna delantera.
Este verano en carretera… ¡mejor no jugársela!